Las vibraciones bonitas se sienten, se palpan, se perciben, y es ahí, justo ahí donde se sabe que hay que estar. Un rato, mucho tiempo, no importa cuánto: lo esencial es dejarse llevar, dejarse sumergir y disfrutar. Este es un homenaje a esas vibraciones altas, sonoras y corporales que sacuden el cuerpo, alucinan la mente, inspiran mundos mágicos, pero lo más importante, lo más destacable: te hacen bailar.
Baile, baile siempre =)